domingo, 30 de noviembre de 2014

Lecturas de domingo para juristas: VII. Y ya llegó la Navidad (por Asunción Peix)

Hoy a petición del titular del blog y agradecida por ello, hablaré de La Navidad. Qué es la Navidad, esa época del año que a nadie deja indiferente, unos la queremos y estamos deseando que llegue y también que pase pronto y otros que la detestan, no exentos de motivos.

Voy  a hacer un recorrido rápido por todo lo que significa esta época del año, comenzando por lo más prosaico, la Navidad como baremo de la economía de un país. Es un hecho cierto y no controvertido que la Navidad es una época de especial significado económico en los países. Leí hace días en la prensa que después de varios años de recortes, El Corte Inglés vivirá una Navidad dulce, se iban a contratar cerca de 2.000 personas para reforzar la fuerza comercial en sus establecimientos en esas fechas, lo que sería un paso más en lo que denominan la “normalización” de la actividad de la sociedad, post crisis. La necesidad de contratar deriva de las expectativas de la compañía sobre el incremento de las ventas en estas fechas. 


Lo mismo ocurre en otros grupos empresariales. Una empresa de juguetes prevé doblar su plantilla y las de transportes necesitarán trabajadores adicionales para hacer frente al aumento estimado de los envíos. Sin duda éstas, como otras muchas empresas, han previsto los hábitos de los españoles en estas fechas, saben que nos volvemos más generosos y además este año vamos a gastar más porque tendremos más dinero circulando. Habrán tenido en cuenta además que este enero, el Gobierno devolverá a los funcionarios la cuarta parte de la paga extra retenida en 2012 y además, la entrada en vigor de la rebaja media del 12,5% del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, favorecerá la previsión de subida del consumo. El consumo es por tanto el primer rasgo distintivo de la época Navideña. Aquí en Lanzarote, aumenta el turismo, se prevé un 95% de ocupación en esta época, más que en época estival, los hoteles recuperan sus precios, las tiendas y centros comerciales preparan sus ofertas y la gente se echará a la calle e invadirá las tiendas en busca del regalo navideño perfecto.


Otro signo de la época Navideña, este muy visible para todos, es la decoración. La Navidad en Nueva York se inicia oficialmente con el encendido del Árbol del Rockefeller Center (en mi casa se inicia oficialmente el día del cumpleaños de mi madre, día en el que yo también enciendo el árbol). La decoración navideña de las calles de nuestras ciudades es cada vez más espectacular. Durante todas estas fiestas, luces de todos los colores inundan nuestras ciudades. Calles, plazas y edificios están iluminados con millones de lámparas, guirnaldas luminosas y juegos de luces iluminan sus fachadas, haciéndolas aún mucho más atractivas. La decoración hace que durante tres o cuatro semanas al año vivamos, tanto en nuestras propias casas como en las calles, en un nuevo decorado. Resulta increíble después al quitar los adornos, cuánto agradecemos nuevamente el minimalismo de nuestros hogares.

Un hito inequívoco de que la Navidad está ya aquí son las famosas cenas de empresa, que también en los años anteriores se han reducido, víctimas de la crisis implacable. En estas cenas se reúnen jefes, compañeros, trabajadores de la empresa, algunos amigos y otros no tanto, pero alrededor de una mesa y de una rica cena, con vino y copas, todos parecemos mucho más agradables, amables y hasta más guapos que en el día a día.


Tampoco puedo olvidar, ni dejar de reseñar como signo de esta época del año, la lotería. El spot de televisión nos acerca al día 22 de diciembre, pistoletazo de salida para nuevos millonarios. Yo personalmente amanezco con una ilusión especial, los niños de San Ildefonso cantando suerte, y recuerdo siempre a mi abuela con el convencimiento total y absoluto de que nos iba a tocar. Su ilusión era tan grande que yo quería que le tocase sólo por verle la carita y (por fin) oírle decir: “ya sabía yo que algún día…”. La ilusión que ella tenía, ahora es de mi marido, y yo sigo esperando con impaciencia a que nos toque.

La Navidad significa encuentros, idas y venidas, reuniones con nuestras familias y amigos, cenas interminables, la mayoría maravillosas, siempre polémicas para los que tenemos que decidir dónde y con qué parte de la familia la pasamos cada año. Nos reencontramos con queridísimos amigos a los que no vemos con frecuencia y celebramos un encuentro que va a durar todo un año.


La Navidad exacerba la amistad, quieres ver, besar, hablar, desear a todos una vida mejor. Sientes que es el momento de decir te quiero, te deseo suerte, un buen año, unas muy felices pascuas.

En Navidad repones las ilusiones, los que somos padres vivimos lo que ven y sienten nuestros hijos, nos esforzamos por hacerles sentir que es un tiempo único, la certeza de que en cada Navidad estamos y estaremos siempre juntos.

La Navidad, para mí como cristiana, es una de las festividades más importantes del año. Es una  solemnidad, que comienza la noche del 24 de diciembre y celebramos el 25 de diciembre, es el nacimiento de JESÚS, es cada año un nuevo comienzo. La adoración al niño desde el día veinticinco de diciembre hasta el día de reyes, es algo que me enternece siempre, siempre, siempre.


Dicho lo anterior y como seguro habréis adivinado, yo soy fan de la Navidad, y aprovecho la invitación que me ha hecho tan gentilmente Enrique a su blog para deciros que no dejéis pasar de largo las navidades sin sentir que son un comienzo, un reencuentro y una ilusión. Y desde este foro me permito desearos, con todo cariño y corazón, FELIZ NAVIDAD. Y como no podía ser de otro modo QUE LA SUERTE NOS ACOMPAÑE.


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