“Se dice que fue Filípides, el corredor, el primero que
usó esta expresión al anunciar la victoria de Maratón
a los arcontes que estaban sentados y preocupados por el final de la batalla:
¡Alegraos, vencemos! Y al decir
esto, murió, exhalando su último suspiro junto con la noticia y el saludo.”
Luciano de
Samósata, 125 dc – 180 dc. Escritor, Escultor y Abogado.
Y
es que los arcontes estaban sentados pero él acababa de recorrer 37 km desde
Maratón hasta Atenas para anunciar la buena nueva y, la fatiga, acabó
con él. En honor a la verdad, cabe señalar que hay disparidad de versiones
sobre este acontecimiento: Hay relatos que explican que, en realidad, fue a
pedir refuerzos y algunos que atribuyen la gesta a otros personajes. Pero lo
que es cierto es que fue Filípides el que inspiró el tema que vengo a tratar,
para desdicha de aquéllos que entraron al blog del reputado Doctor en búsqueda
de las últimas novedades jurídicas (desde ya, mis más sinceras disculpas) y es
que, como reza mi bio de Twitter: “Dejaré de hablar de mi 1ª Maratón el
día que acabe la 2ª.” y,
para esto último, aún faltan 5 meses y 8 días.
Fue
en 1896 cuando se celebraron, en Atenas, los primeros Juegos Olímpicos de la
era moderna, inspirados en los del S. VIII a.C que organizaban los antiguos
griegos en Olimpia y fue entonces cuando el filólogo Michel Bréal, inspirado en los
relatos sobre Filípides, propuso la celebración de una prueba llamada Maratón
dentro del programa de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, la distancia actual
de la Maratón es superior a los 37 km que recorrió Filípides, para orgullo
propio de todos los que tenemos una medalla que acredita que no estamos muy
cuerdos, gracias (la precedente cursiva quiere denotar ironía pues,
permítanme ser sincera, con 37km es suficiente para demostrar lo que cada uno
tenga que demostrar un domingo por la mañana) a que en 1908, para la
celebración de los Juegos en Londres, dejaron que la Reina decidiera el
recorrido de la prueba para que pasara por dónde ella consideraba necesario
saliendo un total de 42km y 195 metros. Y créanme, correr 5,195km después de
haberlo hecho durante 37 es una faena de las gordas. Y, muy lejos de volver a
la distancia inicial de 37km, los 42,195km devinieron oficiales para júbilo de
egos y desazón de pies, rodillas y tendones de aquiles (de los míos, por
supuesto).
Se puede
decir que Filípides inspiró la Maratón de los hombres porque, por desgracia, no
es necesario advertir que la Maratón, como casi todo, fue cosa de hombres
durante mucho tiempo. Sin embargo, las mujeres, le debemos el poder participar
a una estadounidense muy valiente, Kathrine Switzer.
Ella fue la primera mujer en correr una Maratón (Boston de 1967) con dorsal. Es
decir, de manera oficial. Por supuesto, la inscripción a la carrera la hizo
escondiendo que era mujer (como hizo en su día Concepción Arenal cuando asistía
como oyente a la Facultad de Derecho vestida de hombre). Famosa es la imagen de
uno de los comisarios de la prueba intentando detener a K.V Switzer cuando
advirtió que se trataba de una mujer (¡Qué desfachatez!) cosa que no consiguió
gracias a la colaboración de algunos corredores que escoltaron a Kathrine
Switzer hasta la meta.
Tras completar la prueba, Kathrine Switzer, decidió
dedicar sus esfuerzos a acabar con el machismo en el deporte. En 1972, cinco años
después de la imagen de la foto, la Maratón de Boston se abrió a la
participación femenina y en 1984, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, las
atletas pudieron competir en esta distancia. De manera previa, en 1974, Kathrine
Switzer, fue la primera mujer en pasar por el arco de llegada de la Maratón de
Nueva York proclamándose ganadora en la categoría femenina.
El
pasado 30 de marzo de 2014, Palma de Mallorca, acogió la "261 Women's Marathon" la primera carrera en esta
distancia en Europa concebida sólo para mujeres. El "261" que aparece
en el nombre de la prueba hace alusión al número de dorsal que Kathrine Switzer
lució durante la Maratón de Boston. Fue presentada y defendida en la isla por
la propia Kathrine y por el atleta de Vitoria, Martin Fiz. La segunda edición
de esta maratón, que resultó un éxito, tendrá lugar el próximo 8 de marzo de
2015 coincidiendo con el día Internacional de la Mujer.
Gracias
a ella, el 16 de marzo de 2014, me situé en la línea de salida de la Marató de
Barcelona junto a otras muchas mujeres, aunque todavía pocas. Y lo hice
respirando hondo y con todas las dudas del mundo. Entre nerviosa y asustada.
Pero con convencimiento. El convencimiento de que “una y no más”. Miraba
a mi alrededor y no paraba de preguntarme: “Lídia, ¿Qué te llevó a tener que
levantarte hoy, domingo, a las 4.30 am a desayunar? Ahh... Sí, ahora lo
recuerdo. Hubiera sido mucho más fácil coger un avión e irte de retiro corporal
a una playa del Caribe. Apúntalo para la próxima vez”. Pero ya era tarde.
Los primeros corredores estaban saliendo y yo ordenaba mis ideas (todo lo que
podía en ese momento) y me animaba... “Estás preparada para acabarla” (porque,
por supuesto, el reto era acabarla corriendo, sin caminar, pero sin obsesionarse
con el número del cronómetro que, por algo, soy de letras). La motivación la
llevaba (pese a las dudas del momento), físicamente había entrenado lo que me
habían marcado para completar la prueba (tiradas largas, tiradas cortas,
tiradas de todas las medidas y temperaturas), los geles los llevaba y la lesión
del tendón de Aquiles, también. Vale, esto último no es alentador del todo pero
llevo tanto tiempo con la lesión que creo que el día que se vaya dejaré de
correr, no será lo mismo.
Mentalmente también iba preparada. Durante los meses
de entreno no hay que olvidar a la mente porque, en determinados momentos, es
ella la que decide que no sigue cuando, en realidad, puede hacerlo. “Hay que
prepararse para no estrellarse contra el muro” me decían. El muro es el
momento en el que tu mente dice que no puedes más. Que estás agotado. Dicen que
suele aparecer por el km. 30 momento en el que empieza la maratón de verdad. En
mi caso no sucedió...Hasta el km. 32. Vi cómo se empezaba a construir delante
mío... Pero, por suerte, lo salté y completé mi reto. Los 42,195 kms entre
lágrimas de dolor y alegría. Por cierto en el km. 32, me di cuenta de que el plan
que había elaborado, durante varios meses, para tener la mente distraída me lo
había olvidado en casa...
Sí, yo tenía un plan. Y era sencillo: 42 kms, 42
artículos del Código Civil. Llegar al km y recitarme el artículo. No me digan
que no tiene lógica. Fue difícil, eso sí, la elección de los artículos porque
tenían que tener sentido con el km que estaba corriendo. No voy a enumerar
los 42 artículos que escogí al efecto, por el bien de todos, pero sí mencionaré
algunos para que tengan una idea de cuál era la hoja de ruta:
- Km1: “El nacimiento determina la personalidad; pero el concebido
se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables, siempre que
nazca con las condiciones que expresa el artículo siguiente” (art. 29 CC).
- Km14: "Están incapacitado para
testar:
1º,
Los menores de catorce años de uno y otro sexo.
2º,
El que habitual o accidentalmente no se hallare en su cabal juicio". (art. 663 CC).
- Km16: "Para
que tenga lugar la emancipación por concesión de quienes ejerzan la patria
potestad se requiere que el menor tenga dieciséis años cumplidos y que la
consienta. Esta emancipación se otorgará por escritura pública o por
comparecencia ante el Juez encargado del registro" (art. 317 CC).
- Km18: “La mayor edad empieza a los
dieciocho años cumplidos. Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se
incluirá completo el día del nacimiento” (art. 315 CC).
- Km25: "1. La adopción requiere
que el adoptante sea mayor de de veinticinco años. En la adopción
por ambos cónyuges basta que uno de ellos haya alcanzado dicha edad. En todo
caso, el adoptante habrá de tener, por lo menos, catorce años más que el
adoptado.
2. Únicamente podrán ser
adoptados los menores no emancipados. Por excepción, será posible la adopción
de un mayor de edad o de un menor emancipado cuando, inmediatamente antes de la
emancipación, hubiere existido una situación no interrumpida de acogimiento o
convivencia, iniciada antes de que el adoptando hubiere cumplido los catorce
años.
3. No puede adoptarse:
1.º A un descendiente.
2.º A un pariente en segundo grado de la
línea colateral por consanguinidad o afinidad.
3.º A un pupilo por su tutor hasta que
haya sido aprobada definitivamente la cuenta
general justificada de la tutela.
4. Nadie puede ser
adoptado por más de una persona, salvo que la adopción se realice conjunta o
sucesivamente por ambos cónyuges. El matrimonio celebrado con posterioridad a
la adopción permite al cónyuge la adopción de los hijos de su consorte. En caso
de muerte del adoptante, o cuando el adoptante sufra la exclusión prevista en
el artículo 179, es posible una nueva adopción del adoptado." (art. 175 CC).
- Km 33: "La promesa de
matrimonio no produce
obligación de contraerlo ni de cumplir lo que se hubiere estipulado para el
supuesto de su no celebración. No se admitirá a trámite la demanda en que
se pretenda su cumplimiento" (art. 42 CC).
- Km 38: " Los
cónyuges son iguales en derechos y deberes" (art. 66 CC).
- Km 42: “El
matrimonio se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebración,
por la muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el
divorcio” (art. 85 CC).
Pero, como digo, mi elaborado plan lo olvidé en algún cajón
de mi mente y recordé su existencia el día que Enrique me pidió que escribiera
para su Blog. Es la primera vez que hablo de él. Pueden tomárselo como una
confesión.
Ahora, déjenme mostrarles la prueba de mi pequeña gesta. De
la que hablaré hasta el próximo 15 de marzo de 2015. Pasen un feliz domingo.
Lídia Caballero Agudo
Abogada
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